11 enero 2011

De la "Ley Sinde", de la SGAE, PROMUSICAE, y otras malas hierbas...

Llevaba ya tiempo mascullando sobre todo este tema, pero no me atrevía a escribir nada en mi blog, dado el carácter más bien informal del mismo.
Pero ya se me han hinchado los c*****s y quiero dejar por escrito y bien clarito mi punto de vista. Sobre todo después de leer el artículo de Rodriguez Ibarra en El País.

Antes de que cualquier autor o desarrollador me salga con estereotipados argumentos, les diré que en mi larga experiencia en esto de la informáticas y las Nuevas Tecnologías (26 añitos, ni más ni menos), he sido desarrollador de aplicaciones, por algunas cobré y por otras no. Incluso por una de ellas programada en 1987 para el entonces 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas del Ejército Español, en uno de los primeros IBM PC que se dejaron ver por sus dependencias administrativas (concretamente un IBM PC XT) cobraba 911 pesetas(5.48€)/mes, incluida su programación y mantenimiento durante 14 meses.

Risa me da cuando veo a algún famosete argumentar que les estamos robando su trabajo. Me descojono cuando algún otro cantarín nos asimila a los ladrones o los piratas. Señores:

  1. Los ladrones son los que roban, como Licenciado en Derecho y jurista en activo me permito recordarles a estos iletrados que según nuestro Código Penal Artículo 237. Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar donde éstas se encuentran o violencia o intimidación en las personas.
  2. Los piratas son los que asaltan buques. Artículo 616 ter. El que con violencia, intimidación o engaño, se apodere, dañe o destruya una aeronave, buque u otro tipo de embarcación o plataforma en el mar, o bien atente contra las personas, cargamento o bienes que se hallaren a bordo de las mismas, será castigado como reo del delito de piratería con la pena de prisión de diez a quince años.
Por lo tanto, por el mero hecho de compartir archivos sin ánimo de lucro, no soy ni lo uno ni lo otro, desde aquí públicamente reconozco que lo hago. Y como sigan tocando los c*****s cualquier día pongo una querella por calumnias a algún títere de la industria: Artículo 205. Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.

¿A quiénes llamo títeres?
A esos que se llevan un porcentaje muy pequeño (las migajas) de las enormes ganancias de la industria audiovisual globalizada.
A esos que, en su gran mayoría, son explotados, por las productoras.
A esos, escasos, que realmente triunfan y se van a vivir a Florida para no tener que pagar impuestos en España.


La industria audiovisual lleva décadas de
prácticas contrarias a la libre competencia, de practicas abusivas para con los autores, de inmovilismo tecnológico, de show bussines enlatado. En la segunda década del siglo XXI en la que nos encontramos esto tiene que cambiar. ¿Saldrán, perjudicados sus intereses? Pues claro que sí. Pero el interés de la mayoría debe primar sobre el interés de una minoría que se enriquece con el status quo actual.

Gracias a Internet hoy se puede decir que la cultura es global y libre. Pero ahora quieren convencernos de lo contrario. Quieren seguir teniéndola enlatada y encadenada bajo candados de los que sólo ellos
tengan las claves, y todo para seguir enriqueciéndose con un negocio que ya no tiene sentido de seguir existiendo.

Su modelo de negocio está caduco y obsoleto, y hemos de demostrarles que, o se adaptan a los tiempos y a la tecnología actual, o morirán.

¿Por qué se empeñan en seguir vendiéndonos CDs que ya nadie usa? ¿Cuánto hace que no vemos a alguien por la calle o en el tren o autobús escuchando un discman? ¿Por qué los melómanos vuelven al formato vinilo? Tenemos dispositivos con mejor tecnología: MP3. Nos mintieron, los CDs se rayan y se estropean con el tiempo.

¿Por qué no hay un Spotify o iTunes de Cine? ¿Por qué se empeñan en vendernos DVDs y BlueRays? ¿Por qué se emiten en las salas películas de bajísima calidad producidos por los grandes estudios made in Holywood mientras otras cintas de cine independiente buenísimas ni se asoman?

¿Es que nadie sabe que las productoras y distribuidoras venden a las salas packs de películas (1 superproducción y 3 películas baratas y escatológicas para risas fáciles), y que las salas se ven obligadas a comprar y proyectar si quieren adquirir la realmente buena del lote?

¿Por qué han de ser unos privilegiados?

Luego nos salen con aquello de que "se hace daño a la cultura". Que yo sepa desde que existe Internet se consume más cultura que nunca, se lee más que nunca, se escucha música en directo más que nunca, la gente va a espectáculos más que nunca, se visitan más exposiciones y muesos que nunca...

Dejen de mentirnos; No somos tontos.

Si la industria audiovisual tal y como la conocemos tiene que desaparecer con Internet pues que desaparezca, otros llegarán, otro modelo de negocio ocupará ese nicho.


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